En un esfuerzo por promover la educación agrícola y mejorar la seguridad alimentaria en la región, el Programa Nacional de Desarrollo Rural y Urbano Sostenible (PRONADERS) adscrito a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), inauguró Proyecto de Invernadero y Sistema de Riego de última generación en el Instituto Técnico de Agricultura Honduras, ubicado en la ciudad de Siguatepeque, departamento de Comayagua.
La nueva instalación, sufragada con una inversión de 523 mil 702 lempiras, servirá como base para la implementación de un huerto escolar que beneficiará a 300 familias de la zona.
Durante la inauguración, el director de SAG-PRONADERS, Diego Umanzor, señaló que “no podemos saber lo que queremos hacer más adelante, pero si podemos tener claros los objetivos de lo que queremos hacer como personas y como profesionales. Y aunque enseñar a las personas del campo es difícil, también es muy bonito cuando se puede lograr lo que se quiere”.
Bajo esa premisa, animó a los estudiantes a interesarse por el invernadero: “les exhorto a que aprendan las técnicas de monitoreo, las técnicas de riego, las técnicas de aplicación de químicos, y todo lo que el ingeniero les va a enseñar en este espacio. Estamos apostando por ustedes para que cuando vayan al campo lo hagan de la mejor manera, así que, felicidades; ahora que ya tienen su invernadero, cuidenlo, y aprendan todo lo que puedan”.
El invernadero de tecnología avanzada, equipado con sistemas de riego automatizados y control climático, permitirá a los estudiantes del Instituto Técnico de Agricultura Honduras adquirir conocimientos prácticos sobre la producción de cultivos en condiciones reguladas.
“Agradezco a la presidenta Xiomara Castro y a su equipo de trabajo”, indicó la directora del Instituto Técnico de Agricultura Honduras, Ercilia Perdomo “estoy muy agradecida también con PRONADERS”.
Continuó “porque está apoyando a la presidenta para que se sigan trayendo estos programas que vienen a mejorar la calidad de vida de los estudiantes y de las comunidades cercanas, al contribuir con el proceso enseñanza aprendizaje, lo cual es un beneficio para toda la población”.
El impacto social y económico del invernadero no se limita a la educación. Además de su valor educativo, la instalación también está generando 25 empleos directos, que favorecen directamente a los habitantes de Siguatepeque.
Carlos Wilfredo Merlo, beneficiario directo del proyecto, también expresó su opinión sobre los beneficios de contar con este invernadero “se pretende implementar la producción de plantas aplicando prácticas orgánicas, además del mejoramiento a las plantas en fertilización es de mucha ayuda para nosotros porque podremos poner en práctica lo que nos enseñan en la teoría, y aprenderemos a fabricar los productos orgánicos”.
Con la puesta en marcha de este invernadero y la implementación del huerto escolar, SAG-PRONADERS, pretende que la comunidad de Siguatepeque vea mejoras tanto en la educación agrícola como en la seguridad alimentaria. Este proyecto es un paso importante hacia el fortalecimiento de la agricultura sostenible y el desarrollo rural, beneficiando a numerosas familias y generando un cambio trascendental en la economía local.